Críticas/Para Ligar un Poco/Sábado

Moonrise Kingdom (2012): De enamoramientos adolescentes y fuegos artificiales

Para mí es un reto hacer una crítica de una película, la que sea, pero esta en concreto, Moonrise Kingdom (2012) de Wes Anderson, el reto es si cabe más grande que con alguna otra. Con esta película, como en otras, experimenté la fuerza que tiene una música que ya asocias a un momento de tu vida. Con Moonrise Kingdom me pasó con el tema de Purcell orquestado por Benjamin Britten y con la ópera infantil, también de Britten, ‘El arca de Noé’, en la que participé un par de veces cuando era pequeño. Con la elección de esta música, Anderson ya me ganó.

Àngel Quintana decía de esta película que era el Pierrot le fou (1965) para niños. La película de Godard, rodada en la isla de Porquerolles, narra la historia de una pareja que, por una serie de circunstancias, se ve conducida a dejar sus vidas y viajar a una playa convirtiéndose, en palabras de Quintana, en ‘dos románticos robinsones existencialistas’. Otra película, realizada antes que la del francés, es L’avventura (1960) de Antonioni en la que viaje e isla son elementos que contribuyen en la construcción de una historia en la que se habla de los conflictos emocionales y la incomunicación, por decir dos temas a bote pronto.

En la película de Wes Anderson, dos niños, Suzy y Sam, deciden fugarse. Ellos dos contra el mundo; unos jóvenes Bonnie y Clyde, cuya relación podría decirse que está ‘fuera de la ley’ y la cual es perseguida tanto por la familia de ella como el grupo de scouts al que pertenece Sam. Como decía, Suzy decide dejar atrás su casa por voluntad propia y es aquí donde aparece el elemento de la familia que, por bien o por mal, se ha convertido en un elemento clave en la filmografía de Anderson. Viaje a Darjeeling (2007), Los Tenenbaums (2001) (si veis esta película os percataréis de cómo Margot Tenenbaum también siente esta distancia respecto a su familia, en este caso por el hecho de ser adoptada) y Fantastic Mr. Fox (2009) son algunos de los títulos donde se pone de manifiesto este aspecto.

En Moonrise Kingdom resulta que los personajes más maduros son ellos dos, Sam y Suzy, en comparación de los adultos que resultan ser los más inmaduros como venía siendo en Life Aquatic (2004) y es que en la obra de Wes Anderson ya se ha subraya la etapa de la adolescencia y la niñez como las más felices de la vida de una persona.

Quizás una de las cosas más significativas de esta película es su estética retro. El uso de los colores, aunque predominen los ocres, está utilizado con gran acierto (véase en la parte de la tormenta la evolución hasta llegar a los tonos azules y mucho más fríos que el resto de película). Para crear este universo, hay un personaje imprescindible, el hijo del master Coppola, Roman Coppola, con quien ya trabajó en el citado Viaje a Darjeeling (2007). Coppola, que ya colaboró con los efectos del Drácula de Bram Stoker (1992) de su padre, es un experto en recrear ambientes y especialmente los ‘vintage’.

Moonrise Kingdom es una película con una estética personalísima, con algunos planos realmente interesantes a nivel de composición y elementos característicos del cine de la modernidad, que si bien puede parecer una película para niños donde los ‘fuegos artificiales’ (en sentido tanto literal como figurado) pueden ser un tanto excesivos, como mínimo goza de frescor y originalidad.


Mi nota: 8

Sin título-1

Sergi Alvarezsergialvarrio: «Tarkovski fue una revelación, Kielowski otra y El árbol de la vida otra. Pero el cine bien hecho y que tiene algo intersante que contar en general me gusta. Y aunque el poder aprender sobre cine me ha enseñado a valorar más unos aspectos antes que otros, no me avergüenzo al decir que me lo paso bien viendo pelis rollo Batman y Star Wars«

Twitter:@SergiAlvarez

Deja un comentario